La sensación de inseguridad ha crecido tanto en los últimos años que se ha convertido en un problema sociológico y en una vivencia cada vez más compartida por la gente.
"Por eso es importante la prevención; la presencia policial en los barrios no sólo ayuda a evitar delitos, sino también a bajar los niveles de temor que tienen los vecinos", comenta el subcomisario Ariel Santillán, de la Subjefatura de Policía de Tucumán.
Según el uniformado, es comprensible que mucha gente viva con temor, ya que en los últimos años los delitos que han aumentado tienen que ver con la violencia. "La gente le teme principalmente al hecho de poder perder la vida en un asalto. La cosa empeoró mucho en las calles; hay muchos jóvenes que actúan bajo los efectos de las drogas y han matado por un par de zapatillas", señaló Santillán. Para él, la prevención principal está en recuperar la familia, los lazos que se establecían dentro de esta. También puso el ojo sobre las nuevas camadas de policías y habló sobre la falta de vocación y sobre cómo esto impacta en la tranquilidad de la ciudadanía.
Los principales afectados por los robos, según contó, son las familias de clase media. Si se trata de arrebatos y asaltos callejeros, los delincuentes tienen como víctimas predilectas a las mujeres, a los jóvenes y a los adultos mayores. Acerca de si hay zonas más peligrosas que otras, el funcionario afirma: "no quedan lugares seguros, aunque sí es cierto que en el centro bajaron muchos los delitos gracias al sistema de vigilancia con cámaras".